domingo, 26 de enero de 2014

Las competencias actitudinales de los especialistas de la comunicación

El respeto por la diversidad humana y cultural, la tolerancia  

Un rasgo que define el carácter de un comunicador está basado en esta competencia actitudinal que tiene con ver con su saber ser y con su saber hacer, porque le permite ser permeable a la diversidad. Es decir, puede aprender de su entorno y enriquecerse para su propia satisfacción. 
Como observa Tzvetan Todorov en un artículo titulado ‘Destinos de la identidad’ (Letras Libres Nov.2001): el enriquecimiento de lo ajeno sirve para el enriquecimiento propio. Lo cual hace que el comunicador cuente con mayores herramientas de acción y tolerancia al enfrentarse a diferentes situaciones, en latitudes distintas a las suyas y con personas que provienen de etnias diferentes y culturas disimiles. 

La vocación por la comunicación basada en la tolerancia y la implicancia, hace al comunicador social un profesional con alta sensibilidad y alto sentido por el respeto del otro enmarcado en una gran diversidad humana, con capacidad para interpretarlo y adaptar sus estrategias comunicativas a su entorno.
Esta capacidad implica además, tener una visión del mundo muy amplia, con capacidad para adaptar su cosmovisión del mundo a una cultura diferente a la suya en tanto y en cuanto, se maneje con los mismos principios de los derechos humanos y el desarrollo humano inherente a todos los seres humanos.
Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, la capacidad de conocer otros espacios permite a los comunicadores enfatizar su capacidad de adaptación a nuevos espacios que gracias al Internet hoy son posibles de llegar.