domingo, 30 de noviembre de 2014

Las competencias profesionales de comunicadores/as y comunicólogos/as

El cambio y el cambio social son posibles, las personas pueden cambiar


Desde el punto de vista actitudinal todos tenemos las capacidades para cambiar y ser agentes de cambio en nuestra comunidad o entorno. Para este fin los organismos no gubernamentales o no lucrativos, las ONG's o las ONL's cumplen un papel importante en promover este requisito a partir del marco teórico de sus proyectos, en sintonía y congruencia con los objetivos que se persiguen para el desarrollo y fortalecimiento de las sociedades, sin descartar las iniciativas de cualquier otro grupo privado o público. 
Estos grupos, tienen la misión de promover el cambio y hacer posible que las personas, individuos, comunidades o colectivos puedan tomar las riendas de sus vidas a través del cambio individual y colectivo. 
¿Pero a través de qué herramientas se puede lograr?, a través de las acciones de sensibilización o concientización  que promueven la actitud de cambio entre los individuos de manera transversal a su quehacer, comprendiendo e integrándose a los procesos de aprendizaje para el cambio. 
Así como a través de dinámicas participativas, talleres de trabajo, mesas redondas o charlas de capacitación, a fin de que los miembros de una comunidad pueden adaptarse paulatinamente hacia un cambio de conducta y de conciencia de su entorno. 
La misión del comunicador social y el comunicador para el desarrollo es promover acciones participativas al momento de estructurar proyectos de desarrollo, todo dependerá del enfoque y objetivos con que se plantean los proyectos de desarrollo en determinados ámbitos de acción.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Las competencias profesionales de comunicadores/as y comunicólogos/a

La equidad, la justicia social, los derechos humanos.

Un comunicador para el desarrollo tiene por misión, entre otras cosas, llevar a cabo proyectos de participación ciudadana o rural que tengan que ver con una perspectiva horizontal de los derechos humanos, la equidad y la justicia social. 

Estos temas, considerados principios básicos para el impulso de las propuestas de desarrollo, constituyen la parte medular y la razón de ser de la gran desigualdad que existe en el mundo. Son estos temas, valores o principios, los que inspiran a las instituciones, fundaciones, ong’s, organizaciones e individuos a movilizarse para promover espacios donde se practique y difunda la equidad, la justicia social y los derechos humanos de manera horizontal y permanente.

No puede haber perspectiva de desarrollo en las iniciativas participativas de las organizaciones sin haber sido considerados estos principios básicos. En muchos casos, la falta de estos o la indiferencia por parte de la gran masa, originan cambios en las sociedades de manera violenta, generando y proliferando la corrupción. No obstante, es parte de la función de un comunicador saber analizar, entender, detectar y canalizar dónde y cómo están siendo vulnerados estos principios para contrarrestarlos de manera eficaz con mecanismos de comunicación válidos desde las instituciones, las organizaciones, los medios de comunicación, etc. Desde la comunicación para el desarrollo, una sociedad tiene las capacidades de incluir y hacer respetar estos tres principios: equidad, derechos humanos y justicia de manera cada vez más amplia, gracias a la presencia de las redes sociales, que representan una herramienta de comunicación poderosa y de enfoque horizontal

sábado, 11 de octubre de 2014

Las competencias profesionales de comunicadores/as y comunicólogos/a

¿La comunicación puede lograr un cambio?


La comunicación es el mayor móvil de cambio que la sociedad contemporánea identifica como tal en la actualidad, aunque un siglo atrás no lo fuera o su incidencia tuviera muchos escollos que salvar antes de hacerse horizontal. A través de la comunicación, muchas acciones se han llevado a cabo en busca del cambio aunque no siempre se han logrado los objetivos deseados. La comunicación puede lograr un cambio en tanto sea bien planteada y sepa recurrir a los mecanismos y herramientas más transparentes y eficientes de comunicación, en una comunidad o un grupo humano. 
La comunicación no debe ser interpretada desde una perspectiva de manipulación de los mensajes que buscan el beneficio de una minoría o los intereses de unos pocos, sino por el contrario, debe ser valorada desde la perspectiva de la integración, del desarrollo y la inclusión a fin de buscar el cambio transversal. Y el cambio que sea logrado debe incrementar el nivel y calidad de vida de los individuos, que vienen a ser el fin en sí mismos del desarrollo y no el medio para conseguir un fin. 


En este siglo con la presencia de las nuevas tecnologías de la información, la globalización y la extensión de las redes de telecomunicación (incluida la internet y por extensión, las redes sociales), se puede comprobar que la comunicación puede lograr un cambio de actitud, de conducta y de opinión. 

En tal sentido, depende de los comunicadores, los educadores, y los que están vinculados a las ciencias sociales, que la comunicación cumpla su rol de promover un cambio constructivo que conduzca hacia los fines primordiales de la igualdad, respeto a los derechos humanos y la justicia social, prioritariamente. 
Una comunicación inclusiva, que no olvide los nuevos grupos sociales o minorías que se siguen formando con el paso del tiempo, dentro de un proceso de evolución de las sociedades en desarrollo.

sábado, 9 de agosto de 2014

La competencias profesionales de los comunicadores/as y comunicólogos/as

El trabajo en equipo, la colaboración, la participación

Un comunicador social que se desenvuelva en cualquier espacio laboral, debe saber reconocer el papel del otro, su espacio y sus libertades a fin de articular el trabajo en equipo y multidisciplinario con una dinámica activa y participativa que involucre la colaboración y participación de todos sus miembros. 
El trabajo en equipo constituye una herramienta de destreza que implica una actitud de aceptación del otro, de la búsqueda de sus espacios a través de una colaboración horizontal y participativa. Implica además una manera de demostrar la solidaridad en el compromiso de cumplir las metas trazadas para bien de un colectivo, una sociedad o una organización pública o privada donde se encuentran personas en estado de vulnerabilidad y por las que hay que comprometerse de solidariamente para contribuir con su desarrollo. 

Estas competencias actitudinales pueden marcar un antes y un después en el éxito o fracaso de una meta u objetivo de un proyecto social, dado que se busca la convocatoria amplia de los agentes implicados en el desarrollo del proyecto y la destreza del comunicador debe reflejarse en este sentido.
En el caso de los trabajos de campo o ejecución de proyectos, la habilidad tiene que ver con saber trabajar en un entorno multidisciplinario con profesionales de diferente formación universitaria pero con similares metas que cumplir, es decir, con una visión de conjunto, donde las capacidades de uno se complementen con las del otro y se enriquezca la labor en conjunto. 
Esto sucede principalmente cuando se trabajan proyectos de desarrollo con visión transversal en temas tan importantes como salud o educación, donde la capacidad de saber trabajar con médicos, psicólogos o pedagogos, permite mayor enriquecimiento personal y grupal en bien del éxito de una meta.    

sábado, 17 de mayo de 2014

Las competencias profesionales de comunicadores/as y comunicólogos/as

La honestidad, la franqueza, la verdad, la integridad

Como se quiera o no, los comunicadores tienen una formación con orientación basada en el periodismo o lo que se le parezca a este, por lo que la concepción de los términos de verdad, honestidad, integridad y ética son la parte estructural de su formación profesional. Basado en ello, es que la labor de un comunicador no puede ir separada de estos valores y modos de conducta profesional, dado que su honestidad y apego a la verdad son los grandes principios de los que se vale la profesión para armonizar la comunicación con la realidad y su verdad imperante. 

Es decir, un comunicador honesto no puede alejarse de la verdad al momento de enfocar un análisis cuantitativo o cualitativo en torno a una realidad, en torno a un mensaje o entorno a un dialogo abierto con sus interlocutores. Estos principios vienen a ser la columna medular de la labor honesta que un comunicador puede hacer en bien de una comunidad o un hecho social que involucre a un colectivo entero. 
Con la franqueza y la integridad, el comunicador puede demostrar el gran compromiso que significa su trabajo al momento de hacer labor de campo, labor de análisis o de ejecución de un proyecto por lo que plasmará la realidad en sus resultados y evaluaciones de la manera más honesta y veraz posible. Son estos principios los que garantizan que el trabajo del comunicador para el desarrollo sea una labor honesta y transparente y a la vez que sea tomado en cuenta como un rol importante y no sustituible por otra disciplina profesional.

viernes, 18 de abril de 2014

Las competencias actitudinales de los especialistas de la comunicación

El valor de las personas y los recursos locales 


Como competencia actitudinal, destacar el valor e importancia de las personas que conforman la comunidad constituye una habilidad o destreza que todo comunicador social debe tener. 
Partiendo del principio de la participación activa de la comunidad, los recursos locales deben ser oportunamente bien identificados como parte de las fortalezas con que cuenta una comunidad. Y con ello, llevar a cabo estrategias de comunicación sustentables y que apunten al éxito de sus metas. Ello ayuda a desarrollar valores locales propios que sirven de impulso para potenciar una comunidad. 
Un ejemplo importante, es cuando se puede reconocer a un vecino ilustre de la comunidad, una personas que sirve de modelo de vida para el resto de la comunidad y también como mediador para llevar a cabo diálogos positivos con los miembros de un lugar. Un deportista de cualquier disciplina, un escritor o un líder comunal, pueden desempeñar ese rol en alguna etapa del plan de comunicación e impactar en su entorno de manera horizontal.

En suma, el comunicador debe saber identificar cuáles son las destrezas de las personas que conforman un espacio social definido, con el propósito de recoger sus mejores habilidades y sumarlas en pro del éxito de los objetivos planteados en el plan de comunicación establecido.

sábado, 1 de febrero de 2014

Las competencias actitudinales de los especialistas de la comunicación

La importancia de la participación (escuchar y dialogar)   


En las dinámicas de labor de campo, el comunicador es la persona que debe tener mayor permeabilidad para saber escuchar a sus interlocutores. Este elemento es sumamente importante como rasgo definitorio de sus capacidades, porque se enfrenta a muchas realidades diferentes a la suya y que por no conocerlas, debe pasar de ser un agente a un filtro de información para entablar puentes de comunicación y conocimiento mutuo. 
Esta característica es vital para los comunicadores que trabajan en las zonas rurales, porque solo sabiendo escuchar pueden formarse un criterio amplio de la realidad de una comunidad, de sus necesidades y carencias. Pasa lo mismo con el don del diálogo, una característica que debiera ser oportunamente entrenada por un profesional de la comunicación, pues con el diálogo no solo se nutre la comunicación de ida y vuelta, sino también se logran consensos, acuerdos y también desacuerdos... cuando no existió un suficiente mecanismo de diálogo entre las partes. 

De la misma forma, el saber escuchar facilita el trabajo de campo en cuanto a la etapa de recojo de información en la estructuración de proyectos de desarrollo a través de entrevistas en profundidad, las mismas que se pueden hacer en cualquier lugar y momento y de las que se puede conseguir relevante información para evaluar los impactos del proyecto antes o después de ejecutados.
En tal sentido, el especialista de la comunicación se vuelve en un lider que transmite confianza y credibilidad, dos condiciones que ayudan a promover los mensajes clave que se quieren transmitir en una comunidad o grupo humano.

domingo, 26 de enero de 2014

Las competencias actitudinales de los especialistas de la comunicación

El respeto por la diversidad humana y cultural, la tolerancia  

Un rasgo que define el carácter de un comunicador está basado en esta competencia actitudinal que tiene con ver con su saber ser y con su saber hacer, porque le permite ser permeable a la diversidad. Es decir, puede aprender de su entorno y enriquecerse para su propia satisfacción. 
Como observa Tzvetan Todorov en un artículo titulado ‘Destinos de la identidad’ (Letras Libres Nov.2001): el enriquecimiento de lo ajeno sirve para el enriquecimiento propio. Lo cual hace que el comunicador cuente con mayores herramientas de acción y tolerancia al enfrentarse a diferentes situaciones, en latitudes distintas a las suyas y con personas que provienen de etnias diferentes y culturas disimiles. 

La vocación por la comunicación basada en la tolerancia y la implicancia, hace al comunicador social un profesional con alta sensibilidad y alto sentido por el respeto del otro enmarcado en una gran diversidad humana, con capacidad para interpretarlo y adaptar sus estrategias comunicativas a su entorno.
Esta capacidad implica además, tener una visión del mundo muy amplia, con capacidad para adaptar su cosmovisión del mundo a una cultura diferente a la suya en tanto y en cuanto, se maneje con los mismos principios de los derechos humanos y el desarrollo humano inherente a todos los seres humanos.
Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, la capacidad de conocer otros espacios permite a los comunicadores enfatizar su capacidad de adaptación a nuevos espacios que gracias al Internet hoy son posibles de llegar.