Un comunicador social no está ajeno al conocimiento y dominio de temas
vinculados a áreas determinadas especificas dado que su función es tener
una capacidad de comprensión y conocimiento suficientes para desenvolverse en
diferentes escenarios de trabajo en distintas temáticas como de salud, violencia, género, infancia, etc.
Tal es el caso, por ejemplo, de conocer los procesos de dependencia por
lo que los adictos a las drogas pasan antes de caer en ellas. O saber
diferenciar entre conceptos de identidad sexual, orientación sexual en los
individuos o estar en la capacidad de dominar temas sobre el uso de los métodos
anticonceptivos en las adolescentes y jóvenes.
Es decir, existen una seria de temáticas vinculadas con la realidad de
una sociedad, que el comunicador debiera saber identificar, conocer y entender
a fin de contar con herramientas validas de acercamiento a colectivos con
temáticas sociales especiales.
Lo mismo sucede en cuanto a temas referidos a las personas con
discapacidad y su rol en la sociedad, a las diferencias de género o a los
conflictos en temas multiétnicos que hoy en día forman parte de un sinnúmero de
cuestionamientos y análisis en distintos niveles. El interés de un comunicador
para el desarrollo por conocer diferentes realidades de la sociedad, debe ser
unas de las metas más importantes dentro de su capacidad de comprensión de
conocimientos sobre temáticas específicas.